…y, finalmente, se posó sobre el hombro derecho del Azarías y empezó a picotearle insistentemente el cogote blanco como si le despiojara y Azarías sonreía, sin moverse, volviendo ligeramente la cabeza hacia ella y musitando como una plegaria,
milana bonita,
milana bonita.
2 comentarios:
¿Has leído "El Camino"? Te lo recomiendo ;)
lo de milana bonita me encanta. es amor puro
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