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"Un niño de siete años se casa con su profesora de treinta y cinco"
Un niño de siete años se hace una operación de estética para parecer mayor. Ahora es prácticamente un señor de cincuenta años. Se casaron el sabado pasado en la iglesia de los Jerónimos. Tienen dos gatos.
...y así el hombre empezó a chasquear la lengua. Pero el ruido y el movimiento de las lenguas de los dos chicos lo hacían callar. El mayor de los chicos pensaba en que por que coño pagaba seis euros para ver una película si después no iba a prestar atención, y, para colmo, tuvo que comprar el las palomitas, con lo caras que están, y no te digo la puta CocaCola, que cuando era pequeño costaba veinte duros, o lo que sea, pero que vaya estafa y todo para seguir sin mirar a la pantalla, que eso lo podía hacer en su casa y le saldría mas barato. Pero fuera como fuese, siguió a lo suyo, con los ojos bien abiertos y la mirada aburrida.
...y de esa manera comenzamos el 76 redescubriendo mil formas de besar, pensando, pensando, pensando que quizás, posiblemente, si Dios quería y nos daba fuerzas, se acercaba un gran cambio, y tus labios, y los míos, verían un futuro mejor...
Yo creo que casi siempre se necesita una canción a modo de BSO de cada uno de los momentos que vivimos. Que suene de fondo, sin molestar, acompañando, y hasta dando significado a la situación. Que un te quiero suena igual, a ver si nos entendemos, pero los besos saben diferentes. Los besos, siempre los besos...
o el tiempo que todo lo cura, pero desde entonces no volvimos a hablar de nuestras diferencias, ni siquiera de PatsyCline
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