domingo, 7 de febrero de 2010

Es por eso por lo que cuando pienso en la felicidad aparece un salón, la puerta abierta a un balcón, el sol golpeando con fuerza pero sin quemar. Mi cuerpo, recién levantado, se mueve de una estancia a otra, diferentes voces recorren la casa sin cesar. Siempre he sido de esconderme en los rincones para crear de ese momento algo que vaya mas allá.

Esta es mi felicidad, y nunca pude contártela, pues, cuando te pedí que te quedases, me dijiste que ya te habías marchado.


Como dijo Machado:

"¿Tu verdad? No, la verdad.

Y ven conmigo a buscarla.

La tuya, guárdatela"

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